Afortunadamente, en la universidad logré olvidarme un poco del tema. A veces me acostaba con chicas, pero no por gran amor, sino para reafirmarme como hombre y olvidar cómo me equivoqué con Victoria. Luego recibí mi diploma, comencé a trabajar y tuve una novia formal, pero seguía siendo el mismo tipo gris y silencioso. Después de 2 años, ella me dejó, decía que no sentía nada en la cama conmigo.
Esa fue la gota que colmó el vaso. Decidí hacerme una operación de agrandamiento del pene. Fui a la clínica, me dieron una fecha, en 2 meses me operaban.
En Internet me encontré con un anuncio que hablaba de un gel que aumenta el pene hasta 8 cm de longitud y hasta 3 cm de grosor. Miraba críticas en otros sitios, los chicos publicaban fotos de antes y después... ¡Fue un shock! ¡Resulta que no tienes que pasar por el quirófano para agrandar tu pene! En fin, no esperé la operación y pedí Rhino Gold Gel.